La industria automotriz en México es fuerte, pero, en los últimos tiempos, lo es más en producción y exportación que en ventas al consumidor.
Con una contribución al Producto Interno Bruto del 3% y la creación de más de dos millones de empleos, es un sector importante para la economía nacional que, aun con las incertidumbres que produjeron el cambio de gobierno en 2018 y la renegociación del tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, sigue despertando el interés de los grandes fabricantes de autos internacionales.
El traslado de líneas de producción enteras o parciales a nuestro país, iniciado por las marcas automotrices más importantes del mundo a partir de la integración del mercado norteamericano no se ha frenado y, más bien, está en vísperas de crecer con la apertura de nuevas plantas.
Este crecimiento en la inversión extranjera directa en la industria automotriz en México se refleja en las cifras económicas oficiales, como un incremento en la producción del 0.04% de enero a noviembre de 2018 y un aumento de las exportaciones del 6.3%.
Ventas en declive
Sin embargo, las ventas de vehículos en el mercado interno han persistido en su deslizamiento, con una declinación del 6.7% en general, la cual se desglosa en un desplome del 10.23% en las ventas de autos subcompactos y compactos y solo se vio amortiguada por un aumento del 4.6% en las de la categoría de vehículos de lujo.
Para 2019, con las actuales presiones inflacionarias y monetarias, que significan menor poder adquisitivo para los compradores de autos y tasas de interés más altas para las compras con financiamiento, el panorama no es más halagüeño y las perspectivas son que las ventas no se recuperarán a mediano plazo.
Aun con una ligera mejoría en la cifra de ventas de vehículos ligeros en el primer trimestre de este año en relación con el pronóstico de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotrices (AMDA), noticias como la potencial legalización de autos importados ilegalmente no son un buen augurio para la industria.
En opinión de la AMDA, si se concretara esta decisión de regularización de los llamados autos “chocolate”, las ventas del sector resentirían un golpe del 30%.
Transformación digital, clave para el éxito
Ante este panorama, las concesionarias de autos deben reforzar su transformación digital no solo para atraer más prospectos y lograr más conversiones, sino para volver más eficientes sus procesos de comercialización y aumentar su rentabilidad.
Las herramientas del marketing digital han demostrado su valía al aumentar el ROI de las campañas publicitarias y de atracción, pero también para personalizar la conversación con los potenciales clientes, ofrecerles más transparencia y conveniencia y mejorar su experiencia de compra.
Al final, la mejor arma para vender más es complacer a los compradores de autos.
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